Se trata de una vivienda unifamiliar aislada, ubicada en una urbanización cercana a la ciudad de Lleida, en una parcela de 1150 m2, aproximadamente. El programa se desarrolla en tres plantas, una semisótano donde se alberga el garaje, zona de servicio y zona lúdica; en planta baja, se sitúa la zona de día y en planta primera, los dormitorios.
La planta de la casa se desarrolla desde la entrada, con una gran cristalera que muestra la escalera y toda la perspectiva que termina, longitudinalmente, en la piscina.
Una abertura horizontal corrida, introduce la luz rasante en el semisótano, levantando la planta baja 80 cm del suelo, ésta se concibe transparente, orientada a sur y protegida con un voladizo. De este modo una larga fachada de cristal, da cobijo a la sala de estar, en busca de una relación directa con la piscina y el jardín. La planta primera es la zona de habitaciones, se abre al este por medio de unas terrazas, que apoyan formalmente sobre el forjado de hormigón blanco.
La zona oeste la ocupa la zona de servicio, aseo, lavandería, cocina y office, éste último con relación directa con el porche y piscina.
Cuatro volúmenes de piedra cuarcita (fachada y cubierta ventilada), tratados como un mueble, cerrados al exterior por medio de unos porticones de piedra, (mecanizados eléctricamente) y abiertos interiormente a las terrazas, conforman la imagen de la casa, como una escultura pétrea apoyada sobre el vacío del cristal y en forma de voladizo.
Dos únicos materiales, dos únicos colores, en fachada, hormigón blanco encofrado con madera de pino machihembrada de 11cm de ancho y piedra cuarcita negra de 22 cm de ancho con diferentes tamaños longitudinales y gruesos en función de su colocación. 3 cm en fachada, 2cm en cubierta y piscina, 1,5 en pavimentos. En la zona de noche madera industrial de roble, la carpintería exterior es de Niangón y la interior esta tratada en DM lacado en blanco, la zonas húmedas las paredes se han rebozado con cemento hidrófugo.