El programa implicaba el traslado del instituto, colocándolo junto a la actual escuela para compartir algunos espacios optimizando recursos, y dotar a ambos centros de un gimnasio y un comedor escolar.
La zona escolar está situada en el limite de la población, tomando progresivamente la ladera. Es un solar aterrazado a tres niveles. El de cota inferior, lo ocupa la pista deportiva al aire libre; el intermedio, corresponde a la entrada, patio de recreo y es dónde se sitúa el aulario existente; y la cota superior, que quedaba sin utilizar.
Repartimos el programa en dos volúmenes, que por su tamaño no afectan al perfil de la población, y que se colocan relacionando los tres niveles del terreno al situar las plantas a cota de cada uno de ellos.
Exteriormente unas rampas relacionan también estos tres planos y los diferentes accesos a los edificios.
El contenedor inferior sitúa el gimnasio y los vestuarios a cota de la actual pista deportiva al aire libre, que será servida por los nuevos vestuarios, mientras que la cocina y el comedor están a cota de la plaza central (entrando a través de un porche que permite vistas al gimnasio). El comedor se dispone longitudinalmente como mirador entre el gimnasio y las pistas exteriores.
El contenedor del aulario quedaba ligado al edificio existente por tener que compartir alguno de los espacios bajo cubierta a la vez que resolver el acceso para discapacitados (ascensor). Sitúa la entrada en la plaza del nivel intermedio, y la salida de emergencia de la segunda planta, a través de una pasarela, a cota del tercer plano del terreno.
Formalmente los dos edificios quedan relacionados a partir del mismo ancho, lo que permite repetir la forma de la cubierta (con cierto aire de tapa de baúl, contenedor de diferentes usos). La diferencia de programa se refleja en la forma del cerramiento. El gimnasio-comedor se cierra mediante la secuencia caja-hueco, modulada (2-4-8) a partir de la longitud del gimnasio, y tomando el ancho del comedor (macizo en fachada) como margen. El hecho de que la sala tenga la altura correspondiente a dos plantas facilita la plasticidad del “apilar cajas”.
El aulario se cierra mediante piezas de 320×330, relacionadas con el tamaño de los espacios interiores (con superficies muy moduladas ya desde el programa confeccionado y exigido por la Administración) como si al extraer cada una de ellas quedara al descubierto el alvéolo posterior, y correspondiendo dos de ellas al espacio del aula (2 plantas, 4 aulas de longitud, 8 piezas por planta, 16 por fachada). La topología de corredor central es continuación de la del edificio existente y ayuda a optimizar la superficie construida. Este espacio central se ilumina cenitalmente, ensanchando el lucernario hasta el interior de las aulas, y colocado un pavimento de vidrio sobre religa metálica para que la luz llegue a la planta baja.
Los materiales de aspecto frío en el exterior (tablero de cemento madera barnizado en verde, cubierta de chapa minionda y remates de plancha plegada galvanizadas) se vuelven cálidos en el interior (tableros de DM en el aulario y de virutas orientadas en el gimnasio).